Tras un breve repaso sobre los principios de la disciplina positiva y repaso de las sesiones anteriores:
Carmen Fernández Rivas nos introdujo en una dinámica para entender uno de los principios esenciales de la Disciplina positiva: Conexión y Sentido de Pertenencia de nuestras criaturas, hagan lo que hagan nos guste o no a lxs mayores, la conducta de lxs pequeñxs es el 20% visible del iceberg y que siempre tenemos que pensar que el 80% restante el sumergido forman parte de un todo en el que la intención es siempre la de conectar con nosotros, de pertenecer y sentirse parte importante de su familia.
En la primera parte de la dinámica, un grupo de padres se elevaban en las sillas simbolizando de esta forma la falta de horizontalidad con la que solemos decir las cosas a nuestros hijxs.
Dos participantes que representaban a dos hijas: repetían cual mantra “soy un niño, sólo quiero pertenecer” mientras que lxs padres/madres, iban relatando el contenido de unas tarjetas en las que hacían aseveraciones, indicaciones y afirmaciones muy alejadas de lo que la disciplina positiva recomienda. La indignación, impotencia, la incomprensión, el sentirse fuera y no parte del núcleo afloraron en las personas que representaban a lxs hijxs y también entre los que observaban desde fuera, fué una parte de la sesión muy emotiva, muchas recordamos que muchas de estas frases han sido costumbre cuando ellxs eramos niñxs, inclusive ahora nosotras seguimos repitiendo de forma automática muchas de ellas.
En la segunda parte de la primera dinámica, los “adultos” bajaron de sus sillas y ante la misma afirmación de las “hijas” repitiendo que eran niñas y solo querían formar parte, el discurso cambió y se adaptó a la firmeza y amabilidad que sostiene como base las disciplina positiva. Las emociones tornaron a positivas de inmediato. Un ejercicio muy interesante y sencillo que nos ayuda a entender que no debemos quedarnos sólo con ese 20% visible del iceberg de la conducta del niño.
A continucación, Carmen nos introduce a través de unas dinámicas con animales a modo de simbología el concepto de Carta Alta: como Plantilla de Vida que se establece en los primeros cinco años de vida y que nos sitúa a todas en un comportamiento que nos sirve para sobrevivir a situaciones de estrés.
A grandes rasgos, la simbología animal era:
Camaleón: aquellas a los que estresa el rechazo y las dificultades
Tortuga: aquellas que rechazan el estrés y el dolor
Águila: aquellas que no soportan las críticas y la humillación
León: quienes no llevan bien la falta de sentido y poca importancia
Así los camaleones adoptaban una Carta Alta de complacencia, las tortugas de comodidad, las águilas de control y los leones de superioridad. Se trabajaron en distintos grupos las ventajas de cada plan de vida, desventajas, mejoras.
Finalmente y como suele ser habitual Carmen nos contó el cuento “los 12 abrigos de mamá”, de Marie Sellier: “Soñadora, refunfuñona, traviesa, misteriosa, cuentacuentos, maravillosa..., una mamá nunca es la misma…”
En el próximo taller de marzo (fecha aún por determinar) Carmen nos adentrará en el funcionamiento del cerebro y el autocuidado, pinta será muy interesante y constructivo como siempre.
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