Solo las borrascas limpian el aire de nuestras ciudades: la meteorología desvela el alcance real de la contaminación urbana
● 14 ciudades participan en la medición de la calidad del aire en entornos escolares durante la Semana Europea de la Movilidad
● En noviembre se repetirán las mediciones para comparar la contaminación habitual diaria a la que está expuesta la infancia
La iniciativa “Al Cole Sin Humos”, impulsada por ConBici en el marco del proyecto europeo Cycling with Clean Air, ha vuelto a movilizar a decenas de personas voluntarias en 14 ciudades españolas para medir la calidad del aire en las entradas de los colegios. Las mediciones, realizadas entre el domingo 21 y el lunes 22 de septiembre, coincidiendo con la Semana Europea de la Movilidad, han dejado un dato tan llamativo como preocupante: solo una borrasca ha sido capaz de limpiar el aire contaminado de nuestras ciudades.
Un cambio brusco en las condiciones atmosféricas: viento, lluvia e inestabilidad redujo los niveles de partículas finas (PM2,5) en un promedio del 64 % de un día para otro, con registros que en muchas ciudades bajaron por debajo del valor de referencia anual recomendado por la OMS (5 μg/m³).
La meteorología “limpió” el aire, no el tráfico
Aunque el objetivo de la acción era comparar un día sin apenas tráfico (domingo) con un día laborable (lunes), el experimento ha ofrecido un hallazgo aún más revelador: la reducción de la contaminación no se debió a una disminución de vehículos, sino al efecto de la dinámica atmosférica.
“Las ciudades no estaban más limpias por una reducción del tráfico, sino por una limpieza forzada por la naturaleza. Este fenómeno demuestra que el tráfico es el principal responsable de la contaminación, y que solo situaciones meteorológicas extremas consiguen revertirla”, explica el equipo coordinador de Cycling with Clean Air.
Resultados principales por regiones
● Descensos más acusados en el sureste y sur peninsular (Que casualmente coincide por donde la borrasca pasó con más intensidad): ○ Alicante (91 %), Murcia (83 %), Lorca (82 %), Valencia (71 %), Málaga (70 %), Sevilla (62,5 %) y Cartagena (61 %). El viento y la lluvia facilitaron la dispersión de contaminantes.
● Mejoras moderadas: Albacete (36 %) y Alcalá de Henares (20 %).
● Sin variaciones o ligeros aumentos: Gijón y Pontevedra mostraron un aumento puntual en los niveles de PM2,5, al coincidir con la entrada inicial del frente meteorológico, acumulando temporalmente la contaminación. A Coruña, Vitoria-Gasteiz y Talavera de la Reina no registraron cambios significativos.
Entornos escolares: máxima vulnerabilidad
Las mediciones, realizadas en la entrada de los centros educativos, visibilizan también la vulnerabilidad de la infancia ante la contaminación urbana. Aunque por casualidad meteorológica los colegios respiraron un aire más limpio el lunes 22, no podemos dejar este derecho fundamental, el de respirar aire limpio, al azar del clima.
“Si queremos proteger la salud de la población, especialmente la infancia, necesitamos políticas estructurales de movilidad sostenible, no esperar a la próxima tormenta. Reducir el tráfico motorizado debe ser una prioridad.”
La bicicleta como aliada para el aire limpio
La acción forma parte del proyecto europeo Cycling with Clean Air, que promueve el uso de la bicicleta como herramienta para mejorar la salud urbana y reducir emisiones. Tras observar el papel clave del tráfico en la generación de contaminación y el de la meteorología en su dispersión, desde ConBici se insiste en que la única solución estable y justa pasa por transformar la movilidad urbana.
Próximas mediciones de ciencia ciudadana
El voluntariado de ConBici volverá a salir a la calle para medir la calidad del aire en:
● 17 y 18 de octubre – en el marco de la acción europea Streets for Kids
● 9 y 10 de noviembre – replicando la metodología de medición ciudadana
Una experiencia de ciencia ciudadana transformadora
Las mediciones de este año han contado con la participación de grupos de voluntariado, alumnado y familias, y han coincidido en sus resultados con las estaciones oficiales de calidad del aire. La experiencia ha servido no solo para comparar niveles de contaminación, sino para entender cómo la calidad del aire depende tanto de las emisiones urbanas como de la meteorología.
Conclusión: la reducción del tráfico, la única vía estable para un aire más limpio
Los resultados de Al Cole sin Humos refuerzan la necesidad de implementar políticas estructurales de movilidad sostenible.
ConBici, en el marco de la coalición europea Clean Cities (cuyo objetivo es la movilidad urbana con cero emisiones para 2030), subraya que la solución estable y justa pasa por transformar la movilidad urbana. La estrategia de Clean Cities se adapta a la nueva realidad política centrándose en las "Ciudades Amigables para la Infancia y Espacio para las Personas". La atmósfera actuó como aliada durante la semana de la movilidad, pero esto no es una solución viable a largo plazo. Para lograr aire limpio de forma permanente, es imprescindible:
● 1. Reducir de manera decidida la circulación de vehículos a motor.
● 2. Implementar y reforzar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para efectivas y justas, especialmente en entornos escolares.
● 3. Apostar por el transporte público y la bicicleta como aliadas para la descarbonización del transporte y el espacio público para las personas
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